No. No nos vamos a referir en
esta entrada a la reciente Ley 14/2013, de 27 de
septiembre, de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, a la que ya
dedicamos otra entrada previa y seguirá alguna que otra crítica con su
contenido.
Esta vez
vamos a hablar de espíritu emprendedor o, dicho de otro modo, de la necesidad
de las personas de ser avispadas, de rentabilizar el talento que tienen.
Necesidad especialmente necesaria en los tiempos de crisis económica que
padecemos en los que tenemos que salir adelante y CREAR, crear nuevas fuentes
de ingresos, crear nuevos productos y servicios, poner en marcha las ideas que
sin duda todos tenemos. Pero, sin olvidar que esa creación debe tener un dueño
y debe protegerla para que nadie la usurpe. En definitiva, vamos a hablar de la
propiedad industrial.