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miércoles, 12 de marzo de 2025

Algunos negocios en torno a la muerte...

 


La capacidad que tienen algunos para obtener una rentabilidad económica de todo tipo de situaciones es enorme. Y, en mi opinión, debe aplaudirse.

Leo hoy una reseña de la última novela del escritor Agustín Martínez[1], El esplendor, un thriller que gira en torno a dos protagonistas a los que la editorial califica como “buscavidas”: mientras César se dedica a ofrecer drogas y diversión a clientes VIP en un hotel de lujo en Madrid, Rebeca “localiza a familiares de personas que han fallecido sin testamento para quedarse con una parte de la herencia”.




No he leído la novela pero el tratamiento que se le da a esta actividad parece ser despectivo. Sin embargo, no creo que deba considerarse de ese modo. 

Hace un tiempo leí una entrevista a Marco Lamberti, director para España y Portugal, de la empresa Coutot-Roehrig, creada en 1894 en París y que trata de localizar a los herederos legítimos de una herencia para que esta no quede sin adjudicar.

La entrevista, que podéis consultar en este enlace, expone cuál es su trabajo fundamental, que califica como de “genealogista sucesorio” y que opera en aquellos supuestos que no existe testamento de una persona fallecida ni herederos cercanos. En tales casos, la ley establece un orden de sucesión, que va desde la línea ascendente (descendientes y ascendientes) a la colateral (hermanos, sobrinos y, finalmente, primos), tras pasar por el cónyuge.

Como se indica en la entrevista, hay mucha gente que pierde el contacto con su familia más lejana, frecuentemente porque se marchan de la ciudad de donde provienen o incluso al extranjero. No es un caso exclusivamente de situaciones excepcionales –como se indica por el sr. Lamberti, como la guerra civil-, sino que en la actualidad existen muchas personas que emigran a otros países y dejan su entorno familiar.

Lógicamente, la localización del heredero no es altruista, sino que se parte de situaciones en las que existe un patrimonio para transmitir y se devengan los correspondientes honorarios profesionales. No se indica en la entrevista a cuánto ascienden pero es de suponer que supondrán un porcentaje importante de la herencia a recibir por el heredero, a lo que éste, sin duda, estará dispuesto, ya que sin el trabajo de este tipo de empresas no habría recibido nada.

Curiosamente, indica la entrevista que sólo llegan hasta el cuarto grado de consanguinidad en la búsqueda de herederos. Lo cual resulta extraño porque, si no encontraran a nadie en ese nivel, el heredero sería el Estado, aunque para analizar ese supuesto escribiremos otra entrada.

 

 



[1] Uno de los tres integrantes del “autor” Carmen Mola.

lunes, 24 de febrero de 2025

Todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida, ... incluso los bots

 

 

Esta una entrada de desahogo, vaya por delante.

Entre otras cosas, porque hay pocas posibilidades de defenderse de este tipo de prácticas. Me explico. Desde hace un tiempo recibo periódicamente correos con el siguiente tenor literal:

¡Hola!

Hemos visto tu negocio y creemos que tu empresa tiene mucho potencial.

Publicaremos tu empresa en más de 60 periódicos digitales de alta autoridad, lo que mejorará tu reputación, y posicionará tu web en las primeras posiciones de Internet. Así, cuando los clientes busquen información sobre ti, verán que tu empresa es conocida y confiarán más en ella.

Además, queremos ofrecerte dos meses gratuitos para que pruebes el impacto sin compromiso.

¿Podrías facilitarme un número de teléfono para comentarte los detalles?

Quedo pendiente de tu respuesta.


PD: Si prefieres no recibir más información, responde con "No estoy interesado" y no volveremos a contactarte.

 

Estos correos entran directamente en la carpeta de “spam” y, si no hago nada, se eliminan automáticamente en 30 días. Pero me gusta limpiar personalmente la carpeta de “spam” porque a menudo se cuelan en ella correos que sí son de interés.

Y el problema surge porque tengo ahora mismo tres correos con el mismo texto, aunque, supuestamente, provenientes de tres distintas personas, en concreto, Miriam Sanz (14 de febrero), Eva Hernández (20 de febrero) y Úrsula f. (24 de febrero). Evidentemente, estas señoras no existen; ni son tres –como las hijas de Elena- ni son de carne y hueso, sino una aplicación informática que va cambiando los nombres, pero envía el mismo texto (y, supongo, incluye nombre de mujer cuando el destinatario es varón y viceversa).



 

El contenido no tiene desperdicio:

1.- Hemos visto tu negocio y creemos que tu empresa tiene mucho potencial. ¿Dónde la han visto, si ni siquiera tengo activa la página web?

2.- Publicaremos tu empresa en más de 60 periódicos digitales de alta autoridad, lo que mejorará tu reputación, y posicionará tu web en las primeras posiciones de Internet. Así, cuando los clientes busquen información sobre ti, verán que tu empresa es conocida y confiarán más en ella. ¿Qué es un periódico digital de alta autoridad? ¿Se refieren a un simple anuncio? No lo creo, porque eso no mejora –ni empeora- la reputación. Eso sí, “posicionará … en las primeras posiciones”. ¡Vaya elocuencia y don de palabra!

3.- Queremos ofrecerte dos meses gratuitos, lo que nos da idea de que el precio no será muy bajo si permite darte dos meses gratis.

4.- ¿Podrías facilitarme un número de teléfono para comentarte los detalles? Está claro que no han visto nada de mí, porque si consultan mi perfil en google, allí aparece el teléfono. Y tampoco han visto mi blog, porque también aparece. En definitiva, la primera frase del mensaje es absolutamente falsa. ¿Y así, de verdad, creen que van a conseguir clientes?

5.- PD: Si prefieres no recibir más información, responde con "No estoy interesado" y no volveremos a contactarte. Esto es lo más divertido. Si contesto el correo estoy validando que es correcto, por lo que resulta arriesgado intentar que me dejen tranquilo.

Como decía al principio, es un mero desahogo. Pero me ha recordado un artículo que leí en verano en una newsletter (Fleet Street, de la periodistaMar Manrique, que podéis consultar pinchando este enlace). Se trata de un artículo de verano y, por tanto, según indica la autora, escrito por otros periodistas sobre temas ligeros y divertidos y se llama “A quién le importa”.

Según este artículo, los periodistas suelen aprovechar las invitaciones de empresas de servicios o las muestras que otras empresas reparten para escribir al respecto y, de ese modo, seguir recibiendo ese tipo de detalles. Como dice literalmente el autor, “A falta de sueldos dignos que permitan pagarse el ocio, la profesión se mueve con un salario diferente al dinero. El salario emocional, pero este no te lo paga tu empresa”.

Añade que “Los directores de medios se enfadan con sus periodistas y con los influencers. Resulta que por ese coladero se escapan muchos bonus y mucho poder. Así que crean su método y llenan los medios de contenido que es publicidad encubierta. Solo si pagas, sales. Cuánto más pagas, más sales. Cuánto más pagas, más gana el medio, y el director, y la empresa. ¿Y el periodista? Algunas redacciones premian con viajes”.

Es decir, que lo que nace como una forma de “sacarse un extra” por personas individuales se eleva a la categoría colectiva y es ahora la propia empresa periodística quien ofrece este tipo de “apariciones en los medios” como un nuevo servicio que facturar.

Pues este tipo de servicios es el que me ofrecen estos bots de manera reiterada. Y es que, como se titula esta entrada, todo el mundo tiene derecho a ganarse la vida.

 

 

 

jueves, 2 de enero de 2025

27258 visitas durante 2024

 Muchas gracias a los lectores del blog por sus más de 27.000 visitas durante este año pasado.




Y ello a pesar de que no mantenemos una regularidad temporal rígida y de que no todas las novedades legales tienen acogida en el blog, fundamentalmente por falta de tiempo para su actualización.

De todos modos, como estamos a principios de año y en tiempos de propósitos de año nuevo, intentaremos llegar a más novedades y publicar más frecuentemente, así como actualizar algunas de nuestras entradas antiguas que han quedado obsoletas o que han evolucionado en el tiempo.

En cualquier caso, muchas gracias y si quieres estar al día, tanto de este blog como del canal de Youtube y de la cuenta de Substack, suscríbete aquí a nuestras novedades.