Llegamos
hoy a la cuarta semana en la que compartimos en una sola entrada del blog mi
actividad en twitter, destacando los contenidos más interesantes que hemos
divulgado.
Comenzamos
la semana divulgando una entrada en el blog de @zendalibros, escrita por Carlos
Mayoral y titulada “Sigue sufriendo,mamón”. Se refiere al incidente ocurrido hace unos días en el concurso Pasapalabra, cuando se utilizó la conocida
canción de Hombres G y una de las intervinientes indicó que se trataba de una
canción machista. El artículo de Mayoral insiste en algo que, curiosamente,
nadie parece entender: no se pueden ver las cosas del ayer con los ojos de hoy.
Es un tema que me resulta interesante y al que probablemente le dediquemos una
entrada específica.
El
segundo de los tuits lo dediqué a divulgar una entrada del notario de Foz, D.
Francisco Mariño, en su blog dedicado al Derecho Privado. En este caso, el tema
se trataba del testamento de César, lo que me interesó especialmente para mi
actividad docente que incluye este año unas prácticas de Derecho Romano. El
blog es muy interesante porque trata los temas exhaustivamente, con un
detenimiento claramente envidiable. La entrada podéis leerla AQUÍ.
El
principal tuit del día 23 fue para divulgar la entrada de este blog sobre los youtubers y el régimen de autocensura al
que deben estar sometidos. Os recomiendo la lectura de la entrada y el
visionado del vídeo que provoca estas reflexiones porque, sinceramente,
ofenderse por su contenido se escapa a mi comprensión. Aquí os dejo la entrada
y el vídeo.
Aunque
de los youtubers ya nos hemos ocupado
en alguna ocasión en este blog –AQUÍ, para referirme al régimen de publicidad
de los influencers en general o AQUÍ para
hacer referencia a las novedades introducidas por Youtube en los canales-,
volveremos sobre el tema. Como indico en esta reflexión, no veo por qué el
Estado español no puede crear un sistema tributario flexible, como el diseñado
para los futbolistas, para que no tengan que cambiar su domicilio a Andorra.
Sobre ello escribiremos en algún momento.
El
cuarto tuit de la semana lo dediqué a divulgar otra entrada de @zendalibros, en
concreto por el 75 aniversario de Carpanta, aquel hambriento personaje de los
tebeos de mi infancia. En su día se le dedicó un sello de Correos que
reproduzco.
También
ese día rescaté del blog una entrada antigua, sobre la reducción de capital de
las sociedades de capital –que podéis consultar AQUÍ- al hilo de una duda que
me surgió al respecto de la publicación del anuncio en un diario de gran
circulación. Quizá vuelva sobre el asunto.
El
sexto tuit relevante lo dediqué a otra entrada del blog del notario sr. Mariño,
esta vez sobre el testamento de Augusto, que podéis consultar AQUÍ.
Como
una de las funciones de Twitter es simplemente terapéutica, también lo he
utilizado para quejarme: de la gente que te llama y te tutea sin conocerte de
nada o de los empleados del banco a los que cuenta tu necesidad y te contestan
que eso no es importante, sino que lo importante es lo el banco precisa. Me
recuerda mucho a esos vendedores de grandes almacenes a los que acudes buscando
un pantalón y te dicen que no, que lo que tú necesitas no es un pantalón, sino
una camisa. En fin, espero que finalmente Twitter no desaparezca del todo,
porque de lo contrario, ¿dónde nos vamos a quejar después?
El
noveno tuit de la semana, coincidiendo con esa fiebre del “Black Friday”, lo aprovechamos para rescatar del blog una entrada
antigua al respecto. AQUÍ la podéis ver.
Para
cerrar la semana, tuiteé otra entrada maravillosa de @zendalibros. Esta vez, de
Manuel Pereira, recordando una visita de Gabriel García Márquez a su abuela en
La Habana. Deliciosas vivencias de una gallega en Cuba rememoradas por su nieto
y, al mismo tiempo, cierta crítica velada de la actitud de Gabo que no quiso “molestar”
a Fidel Castro escribiendo al respecto. Para quienes quieran disfrutar de la
anécdota, AQUÍ tienen el enlace.
Con
esto, ponemos fin una semana más a este recorrido tuitero que, espero, esté
siendo de interés para mis lectores.