¿Me estoy convirtiendo en un "influencer"?

 

Estoy empezando a creer que soy un "influencer", porque hay gente que parece creerlo. Y nada más lejos de mi intención. Soy abogado, amo mi profesión y vivo de ella. Nada más.

Es cierto que participo en redes sociales y tengo un blog –por cierto, si no lo has visitado, no sé a qué esperas: http://alfilabogados.blogspot.com/ - pero todo gira en torno al Derecho, mundo del que no pretendo salir.

En fin, os cuento.

Primera señal. Entro en blogger, el gestor de mi blog, como todos los días, para ver cuántas visitas hemos tenido en las últimas 24 horas y ver cuáles son las preferidas de los visitantes. Y me encuentro un comentario en una entrada para moderación en el que se publicita nada menos que la compra o venta de ¡RIÑONES! Es una clínica, según dice, instalada en India, Turquía, Estados Unidos o Malasia y, si tenemos necesidades financieras, podemos vender un riñon y recibiremos un millón de dólares. En fin, sin comentarios.

No es la primera vez que me ocurre, pero hasta la fecha sólo han sido prestamistas y tarotistas o similares que hacen un comentario a cualquier entrada –aunque no tenga relación- y enlazan su web.

Segunda señal. Entro en LinkedIn y veo un mensaje privado. Es un mensaje patrocinado, pero … un señor con un nombre y un apellido muy habituales en España, me ofrece en nombre de una empresa concreta –comercializadora de inmuebles de un gran banco-, parcelas urbanizables de uso particular. Está claro que, si lo ha hecho personalmente, no ha visto mi perfil y si lo hace un algoritmo tampoco ha estado muy acertado.

Este es el mundo en el que vivimos, en el que la publicidad se hace por otros medios y cualquier enlace en internet que nos pueda reportar alguna visibilidad se aprovecha.

 

POSTDATA PARA CURIOSOS.- He borrado y bloqueado a los dos J

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