Datos de contacto

Si quiere contactar con nosotros, puede hacerlo por correo electrónico a alfilabogados@alfilabogados.es

viernes, 10 de diciembre de 2021

Poesía y Derecho

 

 

No. No siempre son incompatibles la literatura y el mundo de la Justicia y el Derecho, sino que muchas veces giran una en torno del otro. Todos conocemos obras literarias que escenifican juicios y abogados dedicados a la literatura, tanto en el ámbito nacional como internacional. Incluso, alguna vez nos hemos referido a alguno de ellos en este blog, como es el caso de la obra El abogado de pobres, pues hace referencia a instituciones reales como la letra de cambio (AQUÍ) o el alma como heredera (AQUÍ).

 


Lo que ya no es tan frecuente es que una norma jurídica incluya referencias a la poesía. Por eso nos ha sorprendido, gratamente, que en algo tan aburrido como el Plan de la Inspección de Trabajo se cite (es más, se fundamente) en unas palabras de Vicente Aleixandre, poeta sevillano perteneciente a la Generación del 27 y a quien le fue concedido el Premio Nóbel en 1977.

 

En efecto, en el BOE del pasado 3 de diciembre, se publicaba la Resolución de 29 de noviembre de 2021, de la Secretaría de Estado de Empleo y Economía Social, por la que se publica el Acuerdo de Consejo de Ministros de 16 de noviembre de 2021, por el que se aprueba el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social 2021-2023, que puede consultarse AQUÍ.

 

En la norma, se incluye como anexo un apartado denominado “Correspondencia entre los objetivos de la Agenda 2030 de desarrollo sostenible y los objetivos y actuaciones del Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social 2021-2022-2023” y esto tan técnico, tan jurídico, comienza así literalmente:

 

Presentación

 

«Tradición y revolución. He ahí dos palabras idénticas» (Vicente Aleixandre, en su discurso al recoger el Premio Nobel de Literatura en 1977)

 

En una de sus frases más conocidas, tan sencilla como elocuente, afirmaba Miguel de Unamuno que «el verdadero progreso consiste en renovarse». No es ni mucho menos un simple juego de sinónimos, pues la renovación es un género de cambio que no rompe con el estado previo, sino que conecta íntimamente con aquel. Los cambios, en un entorno mudable, son imprescindibles para quien no quiera quedarse atrás, verse rebasado por la veloz dinámica de la historia. Pero mantener la esencia de lo precedente permite que lo nuevo tenga raíces sólidas y profundas que le proporcionan estabilidad. Así, permanencia y transformación se refuerzan mutuamente en un constante proceso de relación dialéctica que nos hace progresar, mejorar, que asegura la adecuación continua a los contextos cambiantes donde se desarrollan las actividades humanas. Una idea que el insigne poeta Vicente Aleixandre expresó con sin par brillantez cuando sostuvo, ante la Academia Sueca, que tradición y revolución eran palabras idénticas.

 

El espíritu que late en estas palabras de dos grandes de la cultura española es el mismo que inspira el lema elegido para el Plan Estratégico de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social (en adelante, ITSS) de los próximos tres años: «Hacia un nuevo modelo de Inspección de Trabajo y Seguridad Social». Por tanto, avanzamos hacia una institución renovada, en el sentido más unamuniano del concepto. Cualquier evolución arranca de una realidad preexistente y la modifica para adaptarla a las variaciones registradas en su entorno. Sin tradición, sin raíces, no hay renovación sino caprichosa mudanza; en esta línea, el nuevo modelo de inspección que se propugna no contrapone el hoy con el ayer, sino que asume la historia, dilatada y fecunda, de una institución centenaria cuyo devenir ha estado ligado siempre a los avances sociales en España, al tiempo que plantea ciertas mejoras estructurales y operativas, necesarias en un contexto social y político que resulta en buena parte inédito.

 

         ¿Qué podemos decir de esto? Evidentemente, el redactor del documento no sólo es un artista de la palabra (permítaseme la expresión), sino que además supone una rara avis en el inculto panorama político español. ¡Alguien que sabe de poesía, que ha leído –se supone- a Aleixandre y a Unamuno! Me deja, claramente, sin palabras. Es posible que el texto del programa de inspección sea deficiente o incluso que no se cumpla esa idea manifestada de que combina tradición e innovación, pero … mientras exista alguien que sea capaz de citar a poetas y escritores en las normas que apruebe, … “habrá poesía (parafraseando a Bécquer).

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario