No, no me refiero a
ningún tema polémico, ni político ni social. Es una simple cuestión práctica
que se me plantea de vez en cuando, especialmente los días que tengo más tiempo
disponible (domingos y festivos).
Supongo que, al igual que
yo, vais acumulando datos de personas con las que, en un momento determinado de
vuestra vida, tenéis un contacto más o menos personalizado. Desde el padre de
un niño del mismo colegio que el tuyo a un abogado que lleva a tu contrario en
un asunto determinado o el perito de la compañía de seguros que te llama para
venir a ver a tu casa el siniestro que ha ocasionado la inundación del piso de
arriba.
Como consecuencia de esas
relaciones, a veces permanentes, a veces esporádicas, vamos acumulando
teléfonos y/o correos electrónicos que, en muchas ocasiones, lo único que hacen
es “comerse” el espacio disponible en nuestros dispositivos y cuya utilidad es
remota.
¿Qué hacéis vosotros?
¿Revisáis los datos y borráis los que ya no tienen utilidad? ¿Os limitáis a no
hacer nada y continuar agrandando vuestros archivos? ¿Renovación o continuismo?
Además, si recibís un
correo de alguien con quien no tenéis relación desde hace años, ¿os parece bien
o mal?
Por favor, ruego vuestros
comentarios.
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