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miércoles, 2 de marzo de 2022

Nadie lee nada (II)

 

Con esta entrada continuamos la serie que empezamos con esta primera entrega (AQUÍ) y mediante la cual quiero poner de manifiesto la falta de atención que recibimos a diario por parte de (casi) todo el mundo, que parecen no escucharnos a la vista de sus comportamientos y contestaciones.

 

El caso de hoy no versa en realidad sobre lectura, más bien sobre el cumplimiento de las obligaciones de nuestro interlocutor y me lo cuenta un cliente hace apenas unos minutos.

 

El cliente es un autónomo que tiene domiciliada su cuota de la Seguridad Social en una determinada entidad financiera de la que no es necesario decir su nombre porque estoy seguro de podría ocurrir en cualquier otra.

 

Recibe hoy, día dos de marzo, llamada de su “gestor” que, tras identificarse, le dice que hace dos días que tenía que haberlo llamado. Mi cliente le contesta que, si es consciente de que tenía que llamarle hace dos días, por qué no lo ha hecho, a lo que el gestor bancario le replica que “no ha tenido tiempo”.

 

Añade que el motivo de la llamada es que no había saldo para atender el pago de la cuota de Seguridad Social, aunque ha observado que con posterioridad sí lo ha habido. Mi cliente le contesta que es cierto, que le han cargado un recibo imprevisto y que, cuando se ha dado cuenta ha hecho una transferencia desde otro banco. Y que proceda al cargo del recibo.

 

El gestor le dice que ya no es posible, que eso sólo se puede hacer el día en que se intentó hacer el primer cargo y no se hizo.

 

¡Y se queda tan tranquilo! Cree que ha actuado correctamente, llamándolo dos días más tarde, aunque reconociendo que hace dos días que tenía que haberlo llamado. Y no se da cuenta, posiblemente porque no conoce sus propias responsabilidades ni las del banco para el que trabaja. Y es que el contrato de cuenta corriente –al que nos hemos referido extensamente AQUÍ- implica la obligación del banco de gestionar correctamente los cobros y pagos y si no había saldo el día del cargo, para ser un buen gestor bancario, tenía que haberle avisado ese mismo día o bien haber atendido el recibo en descubierto.

 

Así habría actuado un buen gestor, como nos recordaba hace unos años una conocida Caja de Ahorros que creó una serie de “compromisos” creando unos anuncios televisivos inolvidables, como éste de Bud Spencer:




 

También había un compromiso respecto de los recibos y era precisamente ese: atender los recibos en descubierto, lógicamente con las prevenciones necesarias para no perder esas cantidades adelantadas.

 


En fin, que mi cliente ya ha puesto en marcha la solución indicando a la Seguridad Social que vuelva a pasar el recibo … ¡aunque a una cuenta en otra entidad!

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