Datos de contacto

Si quiere contactar con nosotros, puede hacerlo por correo electrónico a alfilabogados@alfilabogados.es

lunes, 3 de mayo de 2021

¿En qué te puede ayudar un abogado? Las cuatro "D"

 

Esta es una pregunta que se plantean muchas personas a menudo. También los abogados nos la planteamos. Estoy seguro de que muchos juristas se lo han planteado y han escrito sobre el tema. Incluso en alguna ocasión hemos tratado el tema en este blog, como AQUÍ.

Sin embargo, a veces, la respuesta no está en los juristas, sino que nos tropezamos con ella, casi sin darnos cuenta. Eso me ha pasado hoy y es el objeto de esta entrada.

Esta mañana leía un blog literario que sigo desde hace tiempo: Zenda. En él publican diversos autores y me sirve, básicamente, para estar al día de las novedades literarias así como también redescubrir lecturas antiguas o incluso disfrutar con los relatos que incluyen en el mismo. La entrada en concreto se llama “Las terribles cuatro D” y su autora es Eva García Sáenz de Urturi, cuya última obra versa sobre un personaje de importancia singular, nada menos que Leonor de Aquitania.

Indica la autora que en el mundo anglosajón “The four D’s” abarcan las iniciales de deathdiseasedivorce y debt, lo que en español equivalen a muerte, enfermedad, divorcio y deuda. Es decir: que muera alguien cercano, que uno mismo sufra una enfermedad grave, que transite por un divorcio o que tenga que gestionar una bancarrota económica.

Y esa es la respuesta a nuestra pregunta inicial. Un abogado sirve para aliviar los graves efectos que las cuatro D tienen sobre las personas:

-         Por un lado, asesora sobre la mejor forma de afrontar las consecuencias de la muerte de un familiar: reparto de los bienes, pago justo de los tributos establecidos al respecto, responsabilidades que asumen los herederos, etc.




-         De otro, asesora previamente sobre las formas de suavizar los efectos económicos adversos que la propia enfermedad lleva consigo, mediante la suscripción de productos financieros o aseguraticios que cubran dicha eventualidad. Pero también puede asesorar respecto a la posibilidad de que la segunda d acabe provocando la primera d: otorgamiento de testamentos, realización de donaciones, etc.


-         Un papel esencial juega en relación con la tercera, el divorcio. Es esencial la intervención de profesionales para evitar daños a terceros (hijos menores) y para efectuar un reparto patrimonial justo.




-         Y, finalmente, en relación con las deudas, también jugamos una papel esencial, no sólo para asesorar preventivamente cuando las personas se endeudan –especialmente, cuando contratan un préstamo hipotecario-, sino también cuando no se pueden afrontar las deudas ya contraídas y hay que defenderse frente a la reclamación del acreedor; o cuando, finalmente, no hay solución ordinaria y hay que acudir al régimen de “segunda oportunidad”.




Como conclusión, un consejo: la mejor gestión de las cuatro “d” se hace contando con el asesoramiento de un “a”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario