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viernes, 5 de septiembre de 2025

Marketing de batalla.

 


El tema del marketing me resulta interesante. Aunque soy profesional de un sector tradicionalmente reacio a la publicidad y sus manifestaciones, hace tiempo que ese carácter quasi-sacramental del abogado pasó a la Historia. Ahora, tenemos que conciliar el ejercicio tradicional con la presencia en redes sociales y, por tanto, sufrir la esclavizada exposición pública que nos imponen.

 


Pero todo en su justa medida, por favor.

 

En los últimos tiempos –y salgo ya del sector jurídico- venimos sufriendo el acoso de unos beligerantes publicistas que irrumpen en nuestras vidas. Además, hemos pasado de las llamadas pesadas de las tres de la tarde del “pobre” comercial - de quien sientes pena por despacharlo como puedas- a unas llamadas automatizadas en las que una voz claramente artificial te informa, por ejemplo, que han recibido tu currículum, lo cual es totalmente falso. No presento un curriculum a una empresa desde 1989 y, sin embargo, prácticamente me llaman todos los días de una empresa llamada “infojobs” (o algo parecido) con ese mensaje enlatado y artificial.

 

El acoso telefónico no es el único. También utilizan el correo electrónico. Yo suelo recibir unos mensajes de una empresa ofreciéndome aparecer en medios digitales, lógicamente a cambio de precio, sobre lo que ya escribí anteriormente en una entrada llamada “Todo el mundo tiene derecho aganarse la vida, … incluso los bots”.

 

Hace un par de días, recibí un correo –que no fue redirigido a spam- que da un paso más allá. Se titulaba Gracias por registrarte en nuestro webinar "Workflows y validación de contratos con IA" del 25.09.2025.

 

Como pueden imaginar mis lectores, recibir esto un día 1 de septiembre después de un mes de agosto de “desconexión” te puede resultar extraño, pero no totalmente imposible. Es decir, entra dentro de lo posible que me registrara en el mes de julio en un webinar y que pasado un mes de vacaciones no lo recordara.

 

De ahí que contestara al correo con un escueto “Buenas tardes, ¿podría indicarme cuándo me he registrado en el webinar? Un saludo”.

 

La verdad es que no esperaba contestación, porque aunque es posible que la memoria no me alcance para saber si me he apuntado a un webinar un mes antes y tras la desconexión agosteña, lo que sí tengo claro es que los “workflows” y su validación con IA no tienen el más mínimo interés para mí; de hecho, debo confesar que –posiblemente como otros muchos ciudadanos- no tengo ni idea de a qué se refiere.

 

Sin embargo, la persona que figuraba como remitente del correo me contestó pasados unos minutos, con la siguiente respuesta:

 

Hola Joaquín,


Gracias por tu mensaje, en efecto no te has registrado al webinar, el problema se debió a un fallo del CRM, que en nuestro caso es Hubspot, no te preocupes que no recibiréis más emails sobre este tema, ya el problema Hubspot lo ha solventado.

Nota: solo en caso que quieras registrarte, te dejo el enlace de inscripción: (lo omito para que no aparezca el pecador)


Gracias y disculpa la confusión
.

 

 

La persona que aparece como remitente del correo se identifica en su antefirma como “Marketing Director” y el análisis de su contestación no presenta desperdicio:

 

1.     En primer lugar, me tutea. Debe ser la política de su empresa porque yo no la he autorizado a ello y tampoco, que yo sepa, he comido en su mesa o ella en la mía. Tampoco vale la pena quejarse por ello porque lo del tuteo como política de empresa se ha impuesto y, además, cuando nos llaman para vendernos algo, a mí me sirve como excusa para declinar amablemente su oferta (si no me conocen de nada y me tutean, el producto o servicio que venden no puede ser “confiable”).

 

2.     Pero lo más llamativo es el “no pasa nada”, es un error del CRM y de Hubspot, “pelillos a la mar” que se decía antes. Y, además, oye que si quieres apuntarte aquí tienes el enlace.

 

 

No sé qué opinarán los expertos en marketing, supongo que dirán que es correcto, pero a mí una empresa que se dirige a mí para “venderme” un producto de esta forma tan vulgar, no me inspira confianza alguna y no sólo no voy a asistir a este webinar – que ni siquiera sé si es gratis o con coste- sino que, además, si me vuelve a llegar un nuevo correo de ellos les pediré amablemente que me den de baja en sus archivos.

 

El segundo correo de la directora de marketing no lo contesté, no valía la pena perder el tiempo en ello. Y si no le pedí que me indicara de dónde había obtenido mi dirección de correo electrónico –aunque estoy seguro de que será una base de datos de esas ilegales que se venden por muy poco dinero- es porque en realidad este dato, en mi caso, es público y puede obtenerse en multitud de páginas web.

 

¿Qué piensan mis lectores sobre el tema? ¿Reciben este tipo de campañas agresivas de marketing? Quedo a la espera de vuestros comentarios al respecto.

 

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